Ingredientes:
- Leche (con o sin lactosa, o vegetal) 500 ml
- Canela en rama 1
- Vaina de vainilla pequeña o media 1
- Piel de limón 1
- Yema de huevo 4
- Azúcar 75 g
- Almidón de maíz (maizena) 1 cucharada
Cómo hacer las natillas caseras:
Colocar la leche en un cazo con la rama de canela, la vaina de vainilla que habremos abierto con un cuchillo y la corteza de limón - sólo la parte amarilla - . Calentar, llevar a ebullición y apartar del fuego. Dejar infusionar 15-20 minutos y colar.
Disponer las yemas de huevo con el azúcar en un cuenco y batir con unas varillas. Añadir la maizena, batir bien y echar poco a poco la leche, mezclando con las varillas para dejar una textura homogénea.
Poner a calentar un recipiente al baño maría y echar la preparación. Calentar, sin que el agua llegue a hervir, removiendo con las varillas constantemente, para que no se pegue. Continuar la cocción durante unos 10 minutos o algo más, hasta que espese. Recordar que en caliente la mezcla será siempre más líquida que cuando enfríe.
Llenar los recipientes que más nos gusten y dejar templar un poco. Colocar una galleta María con cuidado encima de cada ración y llevar a la nevera. Dejar enfriar completamente durante unas horas antes de servir.
Con qué acompañar las natillas:
Las natillas caseras son un postre clásico delicioso con el que concluir una comida al que pocos se pueden resistir. También podemos servirlas a la hora de la merienda, con un poco de canela molida extra, si se desea. No necesitan nada más para acompañarlas, aunque a mí me gusta tomarlas con una taza de café solo al lado.
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